La muerte del grito sagrado

A pocos días de la promulgación de la nueva ley de medios, el poder se ha sacado la careta y en forma descarnada nos muestra su real interés, cercenar la libertad de expresión, anular las opiniones críticas, destrozar la libertad conseguida en años de sangre.

Muerta la dictadura del 76, la bestia sigue viva y ha mutado en sus mejores alumnos que con la hipócrita cara de la democracia cometen y cometerán los peores atentados contra la libertad.

Por que habrá que creerle a este monstruo que no ha dado nunca conferencias de prensa, que hacía llamar por teléfono a las redacciones cuando publicaban notas que no le gustaban, que “pincha” teléfonos, que manejan la pauta publicitaria según sea medio amigo o no, que trató a los medios como “fusiladores”, que sueña con un país dibujado como el del INDEC y que no se publique la realidad.

¿Cómo creerle?

Los extremos se tocan, quien diría que los grandes promotores de la democracia, como han sido en sus declaraciones los partidos vernáculos de izquierda, sean en definitiva los principales adoradores del estado omnipresente y controlador de todo lo que huela a libre pensamiento.

Quien diría que el bien nacido Pino Solanas y su simpática verba sería un gran traidor a sus electores, quienes lo votaron para oponerse a los planes hegemónicos de Kirchner y con la estúpida excusa de que sacando las telefónicas, el proyecto es bueno. O es un iluso o nos toma el pelo.

La explotación de los Recurso Naturales, gran preocupación de este demagogo, no sabe, acaso, que si no fuera por capitales externos, estos serían inexplorados y sobre un terreno lleno de oro nos moriríamos de hambre.

A no dudarlo que estos sujetos son los adalides del atraso y la miseria.

Qué dicen los actores, los hombres de la cultura como les gusta llamarse, siempre preocupados por la libertad de expresión, leit motiv de su existencia y su creación.

Qué dicen, haciendo spots publicitarios por esta ley, que es totalitaria por donde se la mire, al poner en manos del estado/gobierno quien puede tener medios y quien no. Seguro no han leído el proyecto y seguro siguen siendo tan idiotas útiles como siempre. Claro no en vano, nunca hablaron mal de Cuba.

¿Tan bajo has caído Argentina?, tan bajo, secuestrada por una banda de mafiosos que prefiere “liberar” los goles a paliar el hambre de millones de secuestrados.

Ahora nos quitan la libertad de opinar, y el que se rebele sufrirá el acoso de la AFIP, y de últimas de la patota. Total nadie se va a enterar, por que los medios no van a informar, ni lo van a querer hacer.

Quién protege este derecho, ¿la justicia cómplice?, que está mas preocupada en el aborto si o no, que en el avasallamiento, precisamente, del estado de derecho. O que prefiere que estemos todos adormecidos por la influencia del paco y la mariguana a tener cerebros lúcidos que piensen y cuestionen?

¿Quién, por ventura, le pondrá el cascabel al gato?

FUENTE: Carlos Nougués.