Días atrás, tras el anuncio de CFK que enviaría al Congreso una iniciativa para suprimir el delito de calumnias e injurias, con el objetivo de "garantizar aún más" la libertad de expresión en la Argentina, una frase me quedó sonando, que por motivos de tiempo no pude subir antes a este espacio tan querido por mis amigos kirchneristas.
Entre palabras bien gesticuladas, expresiones de complicidad e ironía como nos tiene acostumbrados nuestra “respetable y admirada” señora PRESIDENTE, pero carentes de contenido, una frase se le cayó de su voluptuosa y brillosa boca: “prefiero mil millones de mentiras antes de cerrar la boca de alguien”.
Ahora repasando sus increíbles, y elocuentes discursos, y comparado estos con sus admirables logros políticos, algunos hasta dignos de ser copiados por el fiel seguidor, lector e imitador de Perón, Barack Obama, sinceramente debo decir, que “sólo por esta” vez no estoy de acuerdo, pero ojo, sólo por esta vez.
En lo personal debo decirle señora PRESIDENTE, que “prefiero cierre su boca, en vez de seguir diciéndonos mil millones de mentiras”
Entre palabras bien gesticuladas, expresiones de complicidad e ironía como nos tiene acostumbrados nuestra “respetable y admirada” señora PRESIDENTE, pero carentes de contenido, una frase se le cayó de su voluptuosa y brillosa boca: “prefiero mil millones de mentiras antes de cerrar la boca de alguien”.
Ahora repasando sus increíbles, y elocuentes discursos, y comparado estos con sus admirables logros políticos, algunos hasta dignos de ser copiados por el fiel seguidor, lector e imitador de Perón, Barack Obama, sinceramente debo decir, que “sólo por esta” vez no estoy de acuerdo, pero ojo, sólo por esta vez.
En lo personal debo decirle señora PRESIDENTE, que “prefiero cierre su boca, en vez de seguir diciéndonos mil millones de mentiras”
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