El cepo cambiario cada vez más estrecho provoca, indefectiblemente, que la moneda argentina en los países limítrofes pierda cada vez más su valor. Así, desde mayo, el promedio de depreciación de la divisa fue, en los países limítrofes, de más de un 30%.
Uno de los ejemplos más acabados de esto es Uruguay. Por cada peso argentino se obtiene sólo 3 uruguayos. Esto implica que desde principios de mayo la divisa argentina perdió en ese país un 33,3% de su valor. Para obtener un dólar, haciendo la conversión, se necesitan $7,23, valor superior, incluso, a las cuevas de la calle Florida.
En julio pasado, el diario La Nación había dado cuenta del inicio de esta tendencia, cuando en Brasil y Bolivia se registraron las principales depreciaciones.
Más preocupante, quizá, es lo que sucede en Bolivia. La casa de cambio Bonafide de La Paz, por ejemplo, informó a La Nación que si bien el cambio está igualado, es decir por peso argentino se consigue un bolivariano, decidieron, por el momento, no operar con el peso argentino. "Lo mismo sucede en muchas casas de cambio de aquí", dijeron.
En los otros países limítrofes, si bien no hay inconvenientes para cambiar la moneda, la situación no mejora en cuanto al tipo de cambio. Así, en Chile por cada peso argentino se obtiene 75 chilenos; en mayo se conseguían 140. Esto significa una pérdida de valor del 33%. Para conseguir un dólar allí se necesitan $6,73.
En Paraguay, la depreciación de la moneda argentina desde mayo fue de 21,05%. Por peso argentino hoy se consiguen 700 guaraníes. Esto significa que para hacerse un dólar, se necesitan 6,31 pesos.
Finalmente en Brasil la devaluación de la moneda argentina trepó, desde mayo, a un 36%.
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