La misma mierda pero con diferente olor.

Sería más sutil, el hecho que asumieran que nos quieren tomar por pelotudos, que disfrazar el manejo que están haciendo para encubrir uno de los tantos eslabones de corrupción del gobierno kirchnerista.

También alguno podría pensar, más aun viniendo de los “fanáticos k” (que paradoja, no?... para escribir torcido tuve que seleccionar: “CTRL K”) que ahora todos hacemos leña del árbol caído, pero es tan obvio el manejo y son tan inescrupulosos, que van a terminar muertos por su propio veneno, y en fin, es inevitable resistirse a la tentación de al menos dejar plasmada mi opinión.

Hoy los diarios serios del país, amanecieron con titulares como: “El abogado y socio de Pablo Schoklender está ahora al frente de Madres”. Claro, vale la aclaración de lo de “serios” ya que por ejemplo para “El Argentino”, el diario de la “Corpo K” (parafraseando a los de 6,7,8) el tema más importante es “el bailando de Tinelli”, sino véalo con sus propios ojos.

Seguramente, y con perfectas justificaciones oficialistas, Hebe de Bonafini salga ilesa de toda esta película, y de los sucios manejos que su “hijo adoptivo” Sergio, estuvo haciendo dentro de la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo, pero… yo me pregunto: ¿como puede quedar impune la persona que preside una institución cuando se confirman todo los hecho de corrupción?, en cualquier otra situación, el Presidente de lo que fuera, ¿no es el máximo responsable de lo que pasa dentro de una empresa, institución u organismo?, o ¿el hecho de “ahora” presentarse como querellante es una estrategia para despegarse? (si desconoce cuales son las funciones del presidente de una empresa, organismo o institución, ingresar aquí), en todo caso, si es incompetente en las tareas que la fundación lleva adelante, bien podría dar un paso al costado y ceder el mando a alguien con mayor capacidad y de paso, mejor imagen, y en ese caso ocupar algún puesto en un directorio de “ex presidentes, o asesores” o bien pasar a ser una especie de vocera o figura representativa, pero no “presidente”. En fin, más allá de lo que Hebe haya sido hace 30 años, hoy su imagen no es representativa de la lucha que las Madres quisieron llevar adelante; hoy su imagen representa odio, bronca, sed de venganza, corrupción, incoherencia y clientelismo político.

Además, ¿como la “defensora de los derechos humanos”, puede, en primer lugar “adoptar” a quien asesino a sus propios padres, y segundo, confiar ciegamente en un psicópata como Schoklender?, la verdad que en esto no hay excusas creíbles más que la complicidad en sus actos. Más allá del nexo familiar que los une, ya que Sergio es padre de su nieto (si no lo sabía, puedo verlo y escucharlo usted mismo aquí) no hay otros coherentes motivos, para aceptar ninguna de ambas opciones. Excepto, que bueno, ella pensara en el “buen pasar y futuro” de su nietito, y de ser así, tal vez podría ser en parte justificado, pero no aceptado de todos modos.

Otra duda al respecto. El estado Argentino, ¿no tiene una Subsecretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda con la responsabilidad de construir viviendas para familias de bajos recursos?, ¿por qué debería tercerizar su función en organismos o instituciones que nada tienen que ver con su función original?, ¿será por eso que la línea fundacional de la institución, hace años ha decidido apartarse y despegarse de la imagen de Bonafini?

Esto va “al margen”, ¿porque se sigue llamando “de Bonafini” cuando está separada, y más aún su propio “ex marido”, contradice sus propias palabras? (sino véalo usted mismo aquí o búsquelo por sus propios medio, aparece en todos lados). ¿Porque cobró 250 mil pesos de indemnización cuando es mentira que sus hijos están desparecidos? ¿Porque una mujer que defiende a guerrilleros y asesinos es la representante de los DDHH en nuestro país? ¿No es contradictorio?

En fin… esta nota estaba pensada para opinar sobre la designación de Hebe, sobre el nuevo “responsable” de los manejos de la Fundación, pero la verdad que es imposible opinar sobre un tema, cuando el trasfondo del mismo no es lo demasiado claro, no hay parámetros para decir que está bien o que está mal, cuando desde el vamos, todo huele a podrido. Sigamos así que vamos bien, apoyemos el modelo que seguramente llegaremos a buen puerto, confiemos en quienes nos manejan y salgamos todos a defender a Hebe, total. “todo es la misma mierda, pero con diferente olor”.