Un desaparecido más en democracia.

Aunque las comparaciones suene fastidiosas, y más en ésta oportunidad, sabiendo que puede resultar engorrosa y de mal gusto para muchos, si lo observamos con los mismos ojos que la presidenta de los argentinos observa muchas cuestiones de índole popular, podría decirse que en tiempo de democracia “soy un desaparecido más”. Ya no son 30.000 los “supuestos” desaparecido de los que se hablan, sino que ahora somos un par más los que nos sumamos a la “extensa” lista…

La noche de los lápices, hoy podría llamarse, la noche de los "mouse".

“Nos han secuestrado los goles” dijo en alguna oportunidad la primera mandataria que lamentablemente (en una opinión puramente personal) nos representa en lo que queda de este populista gobierno pseudo democrático. Con la misma vara y parafraseando su comentario, podría decir y tranquilamente asegurar que me siento hoy como un desaparecido, “desaparecido virtual”, pero desaparecido.

Hace unos días, sin preaviso alguno, de buenas a primeras me he encontrado con la triste noticia (tal vez era evidente que volvería a pasar) que habían “eliminado” mi perfil de Facebook por 5º vez. Y si, tal vez parezca una idiotez, una queja infantil, o un reclamo sin sentido, pero si observamos el bosque en su conjunto en vez de dejarnos cautivar por el primer árbol que tenemos en frente notaremos que detrás de este simple hecho “cuasi” aislado hay acciones directas y programadas, para “desaparecer” voces, individuos y ciudadanos, que no opinamos del mismo modo que “ellos” desean que todos los argentinos opinemos.

Libertad de expresión lo llaman algunos. Pluralidad de voces, gesticulan y acentúan con la cabeza otros. Mientras más voces sean las que opinan, más cerca de la verdad estaremos, “mentía” muy convencida una señora avanzada en años que por simbólica costumbre lleva un pañuelo en su blanca cabeza.

Es una mentira señores que en este país podemos opinar libremente, sin ser perseguidos por ello. Es una mentira llamar libertad de expresión, cuando uno libremente emite su opinión y por ello es censurado, amenazado, insultado o en este caso eliminado. Y si, no exagero, se muy bien que me han hecho eliminar de la “red social” por no bancarse mis ideas, mis opiniones, que erradas o acertadas no son ni más ni menos que mi modo de ver una realidad, la misma realidad que para otros está distorsionada por algún mentirosos discursos y tal vez falso e incompleto anuncio, la misma realidad que vemos y coincidimos millones de argentinos, la misma realidad aunque triste y pesimista muchas veces vivimos diariamente aquellos argentinos que por muchas razones no caemos en los falsos e hipócritas argumentos del revolucionario priyecto popular.

Desde hace algo más de dos años, al igual que muchos amigos, colegas, conocidos, o simplemente ciudadanos, venimos recibiendo insultos, amenazas y aprietes “virtuales”, intentos de censura en espacios de discusión que muchos utilizamos para militar en el ciber espacio. Que la web está repleta de ciber K o ñoquis a sueldo pagados por el gobierno nacional (si dudas podes escucharlo y verlo con tus propios ojos AQUÍ) con objetivos puntuales de insultar, intimidar e infiltrarse entre las personas o grupos de activistas anti K no es noticia nueva, todos los sabemos, todos los días los vemos… Basta tan sólo entrar en mi blog “Argentina Contra K” para observar personalmente los mensajes e insultos que día a día muchos “activistas” van dejando como entrenados loros. Si algo sobra son los monótonos y vacíos discursos o uso de muletillas como “oligarca”, “cipayo”, “nazi”, “gorila” o “golpista”, para dirigirse a quien no opine igual.

En esta oportunidad el objetivo fue directo y conciso. “Eliminar el mayor grupo que existía en Facebook contra el gobierno kirchnerista”, donde cada minuto centenares de comentarios se posteaban e intercambiaba libremente opiniones de todo tipo entre adeptos y contrarios. El grupo “250.000 Argentinos contra el Clan K” contenía más de 290.000 integrantes en contra del populista gobierno del matrimonio Kirchner. Y como frutilla del postre, ya que el odio y la bronca no era suficiente, el objetivo 2: hacer “desaparecer” a los tres administradores, que desde hace un tiempo tantos dolores de cabeza venían ocasionando a los “compañeros virtuales” o ciber K.

El objetivo de callarnos tal vez tuvo su fruto, temporalmente, las revoltosas e inquietas voces han “desaparecido”, el mayor grupo anti K también desapareció, y quizás por un tiempo puedan quedarse tranquilos, y felices que su “trabajo” ha sido un éxito, pero no por mucho tiempo, no nos fuimos, no desaparecimos de la realidad, seguimos estando, tal vez no nos vean, pero acá estamos, somos más de lo que ustedes creen, no falta mucho, pero ya lo van a ver.

Desde acá les digo a “los muchachos”, que no nos van a callar, no me van a callar. No nos vamos a quedar con las manos cruzadas. Las ganas de expresarnos son cada vez mayores, las ganas de hacernos oír no cesan, las ganas de cambiar y de modificar esta realidad continúa, y las ganas de cambiar este gobierno, ni hablar.