jueves, 5 de noviembre de 2009

El mito de “La noche de los lápices” (*)

A poco de haberse cumplido un nuevo aniversario de los sucesos que llevaron por nombre “La noche de los lápices”, dogma setentista ineludiblemente conmemorado en los ámbitos educativos año tras año, es dable efectuar un riguroso análisis que al tiempo que nos aleje de la estrafalaria historieta, nos aproxime a la verdad histórica.

En efecto, el mito de marras es la crónica –supuestamente real-, primero hecha libro (escrito por M. Seoane y H. R. Nuñez) y luego película (dirigida por Héctor Olivera), de un simpático grupo de inquietos adolescentes que bregaban por una inocente y solidaria rebaja del boleto estudiantil, siendo sus travesuras más osadas dejarse el pelo largo y pronunciar consignas a favor de los pobres.

Por estas y no otras razones, los intolerantes militares los secuestraron, torturaron y por último los mataron a todos menos a uno de ellos, Pablo Díaz, quien sobrevivió para luego contarnos a nosotros lo presuntamente ocurrido. Con este maniqueísmo desmesurado y rayano en lo grotesco, el filme de Olivera se constituyó en un clásico del cine argentino, sin que prácticamente nadie se atreviera a contrastarlo.

Vale destacar que el peso específico del mito de tal envergadura, que además de proyectarse la cinta de La noche de los lápices en todos los institutos educativos todos los 16 de septiembre (día en que hipotéticamente sucedieron estos hechos), increíblemente la legislación nos impone: “Instrúyase en la provincia de Buenos Aires el 16 de septiembre de 1976 como día de los derechos del estudiante Secundario”.(1)

Asimismo para esta fecha los alumnos deberán practicar con sus profesores extensos “debates” (que de debates no tienen nada puesto que hay un discurso único e incuestionable) y charlas referidas al acontecimiento. Inclusive existe una canción alusiva compuesta por el cantautor canario Rogelio Botanz, que entre otros desvaríos dice: “Desde entonces, saco punta a la memoria, con crayones, a colores, te dibujo una canción, que es un corazón con su flechita y Claudia y Pablo, a cada lado, para siempre un mismo amor. Claudia, sabrás… desde entonces San Silvestre es el patrón de recordar y cada noche de los lápices escribe una vez más en la cola de un cometa: ‘DONDE ESTÁN?’”. No debiera extrañarnos si el extravagante “Piti” Álvarez o los rústicos “Pibes Chorros” en su próximo single lucran también con la memoria de “los chicos de la noche de los lápices”. ¡El setentismo es un mercado de infinitas posibilidades!

Empero, lo cierto es que la versión oficial de La noche de los lápices se asemeja más a una novela del galán Pablo Echarri que a un suceso histórico. En rigor, al parecer ni Pablo Díaz fue el único sobreviviente, ni el grupo de estudiantes que fueran detenidos por las fuerzas del orden eran muchachos inofensivos que tan sólo pedían una rebaja en el boleto estudiantil.

Miles y miles de jóvenes participaron de aquellas manifestaciones que tuvieron lugar un año antes de las detenciones (en 1975), por lo que resulta absurdo creer que las Fuerzas Armadas y sus aceitados aparatos de inteligencia hayan podido detectar a tan sólo diez de ellos y con un año de dilación. Entonces es dable preguntarse: ¿Por qué algunos fueron detenidos y otros no? ¿La lucha por el boleto estudiantil, como reza el mito, fue la causa del trágico destino de estos jóvenes?

Con destacable honestidad y efectuando un homenaje respetuoso a su hermana caída en la guerra revolucionaria, más precisamente en el hecho que estamos analizando, el ex montonero Jorge Falcone (hermano de María Claudia, la co-protagonista del filme), señala que: “Mi hermana no era una chica ingenua que peleaba por el boleto estudiantil. Ella era toda una militante convencida […]. Ni María Claudia ni yo militábamos por moda. Nuestra casa fue una escuela de lucha. […] La construcción ideológica de María Falcone y de quien les habla no fue libresca. […] Nadie nos usó ni nadie nos pagó. No fuimos perejiles como dice la película de Héctor Olivera…fuimos a la conquista de la vida o la muerte”.

Dejando constancia de las razones reales de la detención de su hermana, Jorge Falcone agrega que “en el departamento donde cayó mi hermana se guardaba el arsenal de la UES de La Plata. Mi hermana no cayó solamente por el boleto secundario… La compañera María Clara era su responsable. No se agarraron a los tiros con el pelotón que las fue a buscar por no hacer mierda a los vecinos en un edificio de departamentos. No porque no querían o no podían”.

El ex guerrillero adiciona también una anécdota importante sobre el estreno del falsario filme: “Cuando se dio la película, yo fui llevado en andas con Pablo Díaz, el sobreviviente, del cine al Obelisco. Allí dije que mi hermana estaba en la clandestinidad con documento trucho, que respondía a una orgánica nacional revolucionaria. Eso puso a todos nerviosos. No querían escuchar esas cosas”. Finalmente, por si dudas quedaran, Falcone sentencia: “Mi hermana no era una Caperucita Roja a la que se tragó el lobo […]. Era una militante revolucionaria. […] Era miliciana. El miliciano era un tipo que podía revolear una molotov en un acto relámpago… También podían hacer una acción de apoyo a un acto militar de mayor envergadura”. Y al respecto, ejemplifica: “Como cuando participamos en una serie de actos relámpago que sirvieron de cerco (nos enteramos después) en agosto del `75 para el hundimiento de la Fragata Santísima Trinidad”. (2)

¿No sería más lógico pensar que Claudia pudo haber sido detenida por haber participado de este atentado terrorista y por poseer en su hogar un arsenal de guerra de la UES en lugar de ser perseguida por una insulsa manifestación estudiantil?

El 15 de septiembre de 1998 el diario de tendencia marxista Página 12 sorprendía a todos haciendo un reportaje a Emilce Moler, una de las “jóvenes sensibles” vinculadas a los sucesos de La noche de los lápices. La nota fue relevante principalmente porque quedaba en evidencia la falacia de que Pablo Díaz era el único sobreviviente, puesto que Moler dejaba constancia de que Gustavo Calloti (otro de los involucrados) vive en Francia y otra joven también protagonista del hecho, Patricia Miranda, en La Plata.(3)

Por otro lado, la reporteada explicaba que “no fue exclusivamente la lucha por el boleto, eso era un objetivo superfluo que fue utilizado buscando reivindicar la militancia. […] No creo que a mí me detuvieran por el boleto. La lucha fue en el año 75, además no secuestraron a miles de estudiantes que participaban en ella”.
En otro medio gráfico, Moler denuncia que “en la sociedad quedó instalado que había sido la marcha por el boleto estudiantil, pero el problema era que militábamos y con eso relaciono nuestra detención”.

Es necesario destacar que cuando la entrevistada habla de militar, se refiere a militancia en la UES, es decir, en una fachada del terrorismo montonero. Prosigue Moler: “El boleto había sido un motivo claro para organizarnos, pero ocurrió en el `75. Fue mucho antes de nuestras detenciones”. Sobre la cantidad de sobrevivientes, expresa contundente: “Siempre fui fiel al relato de que éramos cuatro los sobrevivientes”.(4)

En lo que respecta al supuesto único sobreviviente Pablo Díaz, presentado en el embustero filme como un cariñoso adolescente de inmaculados sentimientos, en rigor de verdad formaba parte del aparato terrorista del PRT-ERP, ya que “militaba en el Frente Estudiantil de la subversión de la JG (Juventud Guevarista), rama que englobaba activistas del PRT-ERP inscriptos en institutos educacionales, de donde se extrajeron primordialmente renovadas camadas terroristas. Fue de esa militancia castro-guevarista (es decir marxista-leninista) nunca desmentida y ahora reafirmada por el propio interesado, que el casi veinteañero Díaz (un poco grande para estudiante secundario) resultó detenido entre 1976 y 1980”.(5) Algunos años después, y ya siendo no tan joven, “Pablo Alejandro Díaz hizo conocer su filiación al grupo terrorista MTP (Movimiento Todos por la Patria), prolongación del ERP, comandado por el asesino Enrique Gorriarán Merlo, que en 1989 asesinara a diez soldados e hiriera y mutilara a otros sesenta durante el ataque terrorista al Regimiento 3 de Infantería Mecanizado ‘General Belgrano, en La Tablada”.(6)

Las pruebas están a la vista y son brindadas por los propios protagonistas del difundido suceso: la historia oficial de La noche de los lápices no es más que una patraña, una total y completa ficción. En efecto, miente cuando dice que hubo un solo sobreviviente, dado que cuatro de los implicados, para la dicha popular, viven según quedó documentado; y miente cuando sostiene que fueron perseguidos tan sólo por “bregar por el boleto estudiantil”, cuando sus propios protagonistas afirman lo contrario: fueron detenidos por formar parte de estructuras vinculadas al terrorismo subversivo.

A efectos de evitar malas interpretaciones por parte del lector, vale aclarar que en modo alguno pretendemos justificar los métodos para combatir al terrorismo que diseñó el peronismo en democracia (con la Triple A primero y con los decretos de aniquilamiento después) y que continuaron empleando las Fuerzas Armadas luego de marzo de 1976.

Sin embargo, estamos convencidos de que la falaz versión oficial de “La noche de los lápices”, lejos de ser un aporte a la memoria de los caídos en el acontecimiento, no constituye más que una grotesca burla y rotunda falta de respeto contra estos jóvenes combatientes que cayeron en la guerra revolucionaria que sus organizaciones guerrilleras le declararon al pueblo argentino en los años `70.


(*) Por Agustín Laje Arrigoni.



     


Fuentes:

1) Ley provincial 10.671, 31 de agosto de 1988. Citada en Márquez, Nicolás. La mentira oficial. El setentismo como política de Estado. 3º ed. Buenos Aires, Edición del autor, 2007. p 309
(2) Gorbato, Viviana. Montoneros. Soldados de Menem. ¿Soldados de Duhalde?. Buenos Aires, Sudamericana, 1999, pp. 96-97-98
(3) Datos citados en Márquez, Nicolás. La mentira oficial. El setentismo como política de Estado. 3º ed. Buenos Aires, Edición del autor, 2007, p. 253
(4) Diario Hoy. La Plata, Argentina. 14 de septiembre de 2006.
(5) Revista Cabildo, Nº 128, Buenos Aires, 1989. Citado en Márquez, Nicolás. La mentira oficial. El setentismo como política de Estado. 3º ed. Buenos Aires, Edición del autor, 2007, p. 252
(6) Márquez, Nicolás. La mentira oficial. El setentismo como política de Estado. 3º ed. Buenos Aires, Edición del autor, 2007, p. 252



18 comentarios:

  1. quién escribio esto ? Astiz ? Videla ? Solo falta que digan que los 30.000 desaparecidos en realidad andan de turistas por Europa. Quien te asesora ? Cecilia Pando ? Por la cara que tenés se nota que sos joven, se nota que no viviste y sobreviviste como los que peinamos canas el holocausto de Videla, a vos seguro que no te llevaban preso por pelilargo o zurdito, vos seguro habria estado del lado de la culata y no como tantos argentinos que estuvimos del lado del cañon. Este blog no hace otra cosa que corroborar el espíritu golpista tuyo y de los sojeros cortarrutas.

    Sergio Maiztegui Soler 56 años

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  2. Todo muy bueno Sergio, pero no desmentiste nada de la nota.
    Bien por el joven Agustín Laje, que sin haber vivido aquellos años, es capaz de escribir algo que vos no podés refutar.

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  3. Aclaración, la mayoría de los historiadores son personas contempóraneas a los hechos que expresan, no creo que nadie haya sobrevivido a la prehistoria para hablar con ella. Por esta razón se efectúan investigaciones para llegar a la realidad o estar cerca de ella.
    La década del ´70 ha dejado tantos engaños, que me dá angustia saber que en este país se manipula la historia sólo para tapar las realidades que conviertieron a este país en lo que es hoy.
    Una tierra rica en mano de Montoneros resentidos, esos que ponían bombas en cines, escuelas y demás lugares públicos y que luego se hacían pasar por balncan palomitas; esos que seceustraron a Aramburu y lo asesinaron después de torturarlo hasta el hartazgo, esos que se han adueñado de tierras fiscales y de dinero público...
    Qué más se pueded esperar...
    En los ´70 hubo una guerra, le guste a quien le guste, sino por qué no buscan a los asesinos de los pobres soldaditos tucumanos acribillados por facciones guerrilleras, esos chicos estaban haciendo el servicio militar, no eran militares de carrera y sin embargo nadie quiere justicia para ellos...
    Las Madres de Plaza de Mayo se llenan la boca hablando de mentiras, tan grande como decir que sus hijos están muertos y en realidad vivien en Francia y nosotros los que tirbutamos le pagamos sus viajes por el mundo para que sigan sembrando odio y resentimiento...
    Seguramente habrá muchos que no estarán de aucerdo con mis palabras, pero sinceramente creo que deberíamos abrir nuestra mente y empezar a analizar cada acto y no dejarnos influir con ciertas "verdades"...
    Saludos a todos...
    PAO...

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  4. Muy de acuerdo con el comentario anterior de PAO. Y para el autor del primer comentario solo queda decir, que los manipuladores de la "Verdad" dan asco, así como sus activista en internet y todo el circo que se monto en torno a la Mentira Oficial.

    Por cierto, muy prejuicio el señor Sergio Maiztegui Soler para ser tan "progresista" y "humanitario" ¿no? ¡Bahh!

    Un saludo Lucho siempre sigo tu blog, y lo seguiré haciendo mientras me guste alguna que otra cosa je (por lo general siempre encuentro cosas interesantes).

    Suerte.

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  5. Al final todos moriremos y solo los árboles recordaran a esa civilización llamada "Humanidad" que se extinguió a si misma por falta de compasión. Soy de River o de Boca, Blanco o Negro, etc... Simpre es lo mismo y jamás podemos ver que somos lo mismo...

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  6. Leí detenidamente tu artículo. No aportas nada nuevo, ni tenés pruebas a partir de una investigación seria y propia. Nadie sabe cuántos fueron, ni qué pasó realmente. Habrán caído inocentes y no tanto. El tema es: ¿Por qué cuestionar una película? Es parte del folklore nacional, como tantas otras cosas que pasaron en esa época - que los de mi edad - queremos olvidar. ¿Tenés 20 años? Bueno, empezá a cambiar este desastre en el que vivimos hoy. Y dejanos a nosotros, las penas de esos otros tiempos.
    Camila (55). Profesora Universitaria

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  7. No es por defender a Lucho, ni mucho menos. Pero a mi entender se busca cuestionar la película porque esta es una gran mentira se la mire por donde se la mire.

    Vos decís que es parte del folklore nacional, algo que es cuestionable en muchos puntos, pero por mas que dicho film forme parte de la "cultura general" del pueblo, esto no significa ni justifica que sea aceptada como la Verdad de lo ocurrido en aquella época.

    Otra cosa muy grotesca y asquerosa es que en el sistema educativo actual, solo se enseña la "Verdad Oficial" sin contar la otra parte de la historia. La película es usada como herramienta eficaz para manipular la historia y empezar a tejer un discurso que lleva a nuestros "dirigentes" al poder (permítanme dudar de su capacidad para dirigir).

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  8. Son todos acá unos hijos de puta, con excepción de los únicos dos comentarios análiticos y descriptivos, esto es, el de la profesora universitaria y el primer comentario; los demás, por el contrario, dan asco. Todo un prolegómeno inescrupuloso y pseudointelectualoide de la ya perimida teoría de los dos demonios pero escamoteada en un discruso 'ayornado' devenido de 'crítico' y 'objetivo'.
    Nicolás, estudiante de Letras Modernas de la UNC

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  9. Pao, da, del verbo dar, no lleva tilde. Es un tilde diacrítico. Y, por otro lado, dejá de decir tantas pelotudeces, estás haciendo mal a muhca gente con la inconmensurable cantidad de mierda fascista que, orgullosa, esgrimís.

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  10. Vos, Kaiser, sos de terror. Con tu lemita de cuarta: "Simplemente a mi estilo 100% OBJETIVO e IMPARCIAL", denotás a las claras tu falta de herramientas facultativas en tanto que teorías político-filosóficas, tu pueril y despreciable presuntuosidad precoz y tu -de nuevo- falta de crítica académica.

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  11. Cuanta intolerancia por parte de un personaje tan "intelectual".

    Aunque el término intelectual, a los hombres de letras no les sienta bien, pero bueno es un termino que bien podría ser usado por gente mas inteligente y de otras ramas académicas.

    Nada personal, solo una opinión. Por cierto tus agravios no hacen nada en mi persona, a lo sumo, me hiciste reflexionar tres minutos. Para llegar a la conclusión de que tan errado no estoy en mis ideas.

    Un saludo amable, aunque no lo mereces, de todos modos que te valla bien.

    P.D: Un poco más de respeto al prójimo que a ti nadie te ha faltado el respeto. Irrespetuoso.

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  12. Perdón, viejo; quizás me fui al carajo, pero me rompió muchas las pelotas leer esto que publicó Lucho, y ver, luego, gente que lo avalara inobjetable y concienzudamente.
    Sin más, adiós.

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  13. Como dijo mi mama la vez que en el colegio terciario donde enseniaba quisieron hacer un homenaje a los chicos de la noche d los lapices: Habria q recordar tb a la hija del capitan Viola, que saliendo de la casa con su padre, los del ERP mataron a ambos.
    La nena tenia 6 anios.....

    (no tengo ni enie ni acentos)

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  14. Si lo de los 70' fue una guerra y hay 30000 desaparecidos y los 30000 hubieran sido guerrilleros creo que el saldo de muertes de los pobres militares hubiera sido otro. Segundo, no les suena familiar el plan CONDOR??? Yo soy hijo de un detenido político que sobrevivió. Conozco a mi padre y a todos los compañeros que "militaban" con el y les puedo asegurar que su militancia no era con armas, ellos luchaban por ideas claras, buscaban un país justo, donde haya igualdad de oportunidades para todos y donde se respeten los derechos de cada uno como ciudadano (los derechos humanos). Cuando se refieren a los guerrilleros(los que si usaron armas, que fueron la gran minoría), ellos tendrían que haber sido juzgados por la justicia y deberían haber cumplido la condena que le correspondiera por el crimen que hayan cometido, como debe ser juzgado un delincuente que comente un hecho delictivo en estos tiempos. Los militares que actuaron en aquella época deben ser juzgados por las atrosidades que hicieron y de una vez por todas dejemos de decir que fué una guerra porque dentro de los 30000 desaparecidos hay bebes, niños, abuelos y madres, todos ellos personas que muy lejos tenían las armas y cayeron por preocuparse por sus seres queridos que tampoco usaron armas y fueron secuestrados por PENSAR DIFERENTE y lograr un modelo de país diferente al que los "queridos militares" buscaban.
    Muchas Gracias

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  15. ese sergio no se que se las da de revolucinario, es como casi todos los q se llenan la boca hablando de q eran luchadores y todo, es seguro q escuchaban un tiro y se metian 18 metros bajo tierra, dejate de joderrr, y otra cosa, la soja es la q te da de comer gil

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  16. Me chupan la pija todos, milicos y zurditos!!! Los militares hicieron una sola cosa mal: dejar zurdos con cabeza, y la justicia esta haciendo las cosas mal: no mandar a los milicos, madres de plaza de mayo, zurdos de los 70 que siguen rompiendo las bolas, etc, etc, etc al fusilamiento, asi se acaba toda esta mentira y se quedan contento los deo bandos, bah no quedan directamente. Pero dejense de joder de una vez por todas con esta mentira, miremos para adelante no siempre para atras!!!

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  17. no lei todos los comentarios, pero de verdad no puedo no opinar sobre un comentario como este:

    Las Madres de Plaza de Mayo se llenan la boca hablando de mentiras, tan grande como decir que sus hijos están muertos y en realidad vivien en Francia y nosotros los que tirbutamos le pagamos sus viajes por el mundo para que sigan sembrando odio y resentimiento...

    me parece que despues de tantos años seguir comiendose esa asquerosa mentira de las madres locas y la guerra es demasiado indgnante. Y no es por catastrofista, pero cada vez que leo o escucho este tipo de opiniones me doy cuenta que de verdad nos merecemos la historia que tenemos (de la cual la mayoria de los hablan saben bastante poco) y que en 15 años van a volver a matar a los pocos pensantes, xq los informados y opinologos de la derecha liberal y poco intelectual van a creer igual que hoy que somos subversivos asesinos por luchar por los derechos de la sociedad.

    22 años, estudiante de exactas y aficionada a la historia

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  18. lo publicado, como otras mentiras acerca de la represion contra jovenes "idealistas", actualmente se refleja en el accionar vengativo del gobierno de turno liderado por una "presunta montonera" (ya que nunca actuo ni ella ni el marido, solamente se dedicaron a robar en su provincia primero y despues al pais)y los funcionarios que la acompañan en contra de las fuerzas de seguridad, dandole via libre a algunos de los dirigentes obreros y piqueteros para que hagan lo que les paresca, en detrimento de la ciudadania toda.-<para ser justos, deberian juzgar a los que actuaron en la subversion y asesinaron a tanta gente, de forma encubierta, porque actuaban en la clandestinidad, pero si hacen eso, se quedarian sin funcionarios.-

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